Aún existen personas dignas de admirar por su esfuerzo y dedicación que junto a las que hacen resaltar que sigue existiendo la calidez humana y la empatía, forjan las bases para una historia de éxito.
Todos los días, en un punto del camino a mi centro de trabajo, veía a un niño de aproximadamente 6 años parado al lado de la carretera arregladito y listo para ir a la escuela, por algún motivo me recordaba a mi papá y me puse a investigar quién es.
Su nombre es Josué, un niño de escasos recursos que estaba abandonado por el derecho social en su comunidad, teniendo que salir a otro pueblo a estudiar la primaria a 5 kilómetros de su casa, justo cómo lo hacía mi papá, con ganas de estudiar pero con mil dificultades que ponían en riesgo su desarrollo.
Lo mejor de todo y que más gusto me da, es que la única diferencia entre mi papá y Josué es que el no tiene que caminar 10 kilómetros diario para poder estudiar pues Josué tiene el gran apoyo de una maestra que todos los días lo recoje en su comunidad, lo lleva a la escuela, se asegura de que esté bien y lo regresa a casa de manera gratuita, además de conseguirle un uniforme para que luciera igual que los demás niños, siendo ella quien por su buena voluntad y gran corazón hace posible que Josué tenga una educación de calidad.
Esa maestra es Ivonne Sanchez , compañera de zona y mi Ex Secretaria General de la D-I-97, ella es un gran ejemplo del compromiso de los maestros con la educación, ella es la muestra de que los padres de familia siguen confiando en los maestros poniendo en sus manos lo más preciado que tienen, sus hijos, con la esperanza de que encuentren el estudio un futuro mejor, ella junto con Josué son los grandes protagonistas de esta emotiva historia de perseverancia, compromiso y educación.
Al saber todo esto decidí ver la posibilidad de tomarle una foto en el punto donde empieza su viaje, para que al igual que mi papá tuviera un recuerdo para el futuro, producto de su esfuerzo diario, pues para el maestro Max esa fotografía era su bien más preciado, la joya de su corona.
Les dejo ambas fotos para hacer el comparativo de tiempo, lugar y dedicación.
¿Hay más historias cómo la de Josué y su maestra Ivonne?
Por LEL