Guadalajara, Jalisco. Mientras el país se sacude entre malas noticias, una escena inesperada conmovió a millones: cinco aviones privados despegaron desde Guadalajara cargados con casi siete toneladas de alimentos. En sus costados, el emblema de Canelo Álvarez brillaba discreto pero firme. No había cámaras. No había discursos. Solo ayuda.
“¿Quién está detrás de esto?”
La pregunta se repetía entre voluntarios y testigos. Cuando se confirmó que era Canelo, la emoción se desbordó. No era una campaña. No era promoción. Era un acto silencioso de humanidad.
Lo que llevaban los aviones
– Alimentos no perecederos
– Agua embotellada
– Artículos de higiene
– Ropa y cobijas
– Medicamentos básicos
¿A dónde llegó la ayuda?
Aunque los detalles se manejaron con discreción, se sabe que parte del cargamento fue destinado a comunidades afectadas por desastres naturales en Veracruz. En Poza Rica, los vecinos recibieron los paquetes con lágrimas y gratitud.
“Canelo no solo pelea en el ring”
Este gesto se suma a una larga lista de acciones solidarias: tratamientos médicos, apoyo a niños con cáncer, reconstrucción de viviendas. Pero esta vez, lo hizo sin reflectores. Solo con convicción.
