Acapulco, Guerrero; 10 de septiembre de 2025 — En un operativo de alto impacto, elementos de la Secretaría de Marina lograron el aseguramiento de 1.6 toneladas de cocaína frente a las costas de Guerrero, en lo que ya se considera uno de los decomisos más grandes del año.
La droga, distribuida en 1,600 paquetes ocultos dentro de 54 costales, fue detectada por unidades aéreas y marítimas que seguían el rastro de una embarcación sospechosa. La intercepción ocurrió en aguas cercanas a Acapulco, donde personal naval logró evitar que más de 3,200 millones de dosis llegaran al mercado ilícito.
“Este cargamento representa una afectación económica de más de 371 mil millones de pesos para los grupos criminales,” señaló la Marina en su comunicado oficial.
¿Quién está detrás?
Aunque no se ha revelado el nombre del grupo delictivo responsable, fuentes extraoficiales vinculan el cargamento con rutas operadas por células del Cártel de Sinaloa y Cártel Jalisco Nueva Generación, que han intensificado el tráfico marítimo en el Pacífico mexicano.
Sin disparos, pero con presión
El operativo se realizó sin enfrentamientos, pero con una logística de precisión: seguimiento satelital, despliegue de embarcaciones rápidas y coordinación con inteligencia naval. La embarcación fue asegurada y los tripulantes puestos a disposición de la Fiscalía General de la República.
Este golpe al narco en altamar no solo representa una victoria táctica: es un mensaje directo a los grupos criminales que han convertido las costas mexicanas en rutas de alto riesgo. La Marina sigue patrullando. El Pacífico, por ahora, respira.
