Investigan si cuerpos fueron usados como alimento para felinos
Culiacán, Sinaloa. El horror se materializa en Huertos del Pedregal: Restos humanos dentro de una jaula metálica y una fosa clandestina, a metros de la finca donde fue secuestrado el “Mayo” Zambada.
Colectivos de búsqueda hallaron huesos largos, fragmentos calcinados y rastros de sangre, en condiciones que apuntan a un posible uso como alimento para felinos.
El predio, abandonado y cubierto de maleza, está en una zona marcada por hechos de alto impacto vinculados al crimen organizado.
La jaula, de grandes dimensiones, refuerza la hipótesis de un “narcozoológico” usado para desaparecer cuerpos. ¿Jaulas para tigres como método de exterminio?
Autoridades estatales y federales resguardaron el sitio y trasladaron los restos al Semefo. No hay detenidos.
El horror tiene coordenadas. Y en Sinaloa, esas coordenadas están cada vez más cerca del narcopoder.



