Tepic, Nayarit — Este martes, el Poder Judicial del Estado emitió un fallo condenatorio contra el exgobernador Roberto Sandoval Castañeda por el delito de falsificación de documentos, en el marco del juicio oral que se le sigue por la presunta alteración de firmas en la compraventa de un predio de 58 hectáreas en San Blas, vinculado al rancho “El Sueño”.

Aunque la sentencia definitiva aún no ha sido dictada, el veredicto marca un precedente: es el primer proceso local que concluye con responsabilidad penal para Sandoval, quien permanece recluido en el penal federal El Rincón bajo prisión preventiva justificada.

La defensa del exmandatario calificó el fallo como “insostenible” y anunció que impugnará la resolución ante la justicia federal, en busca de revertir el criterio del juez. El caso se suma a otros expedientes abiertos contra Sandoval, incluyendo uno por operaciones con recursos de procedencia ilícita, cuya audiencia está programada para este mismo mes.

Más allá del proceso judicial, el nombre de Roberto Sandoval sigue siendo un símbolo de los excesos del poder en Nayarit. Gobernó entre 2011 y 2017 bajo una narrativa de cercanía popular, pero su administración terminó envuelta en señalamientos por enriquecimiento ilícito, vínculos con redes criminales y uso discrecional del aparato público.

Hoy, su figura se enfrenta no solo a los tribunales, sino al juicio de la memoria colectiva. En los pasillos del poder, muchos observan este fallo como una prueba de fuego para la justicia local: ¿se trata de una condena ejemplar o de una batalla jurídica que apenas comienza?

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