Tepic, Nayarit.

En las calles de Nayarit, miles de personas con trastornos mentales graves —esquizofrenia, bipolaridad, depresión severa— sobreviven sin hogar, sin atención, sin voz. En un estado que hasta este año no contaba con hospital psiquiátrico especializado, la salud mental ha sido relegada a los márgenes de la política pública.

Una Emergencia que se Arrastra

Desde 2002, el Departamento de Salud Mental estatal ha atendido a más de 63,000 pacientes con trastornos mentales. Sin embargo, la atención sigue siendo insuficiente. Hasta inicios de 2025, Nayarit contaba con apenas 11 psiquiatras para toda su población, muchos adscritos al IMSS o SSA, con mínima cobertura comunitaria.

La situación es crítica: se estima que más de 17,000 personas con enfermedades mentales graves viven en situación de calle, dispersas en los 20 municipios del estado. La colonia Mololoa, en Tepic, se ha convertido en un foco rojo, donde decenas de personas con deterioro mental sobreviven a la intemperie, sin acceso a servicios básicos ni redes de apoyo.

El Círculo Vicioso del Abandono

La crisis no es solo médica, sino profundamente social:

– Estigma y exclusión: Estas personas son vistas como amenaza, no como ciudadanos con derechos.

– Desamparo total: Sin redes familiares ni recursos, incluso quienes reciben atención hospitalaria aguda terminan de nuevo en la calle.

– Vulnerabilidad extrema: Malnutrición, enfermedades crónicas, heridas infectadas y adicciones como mecanismo de supervivencia.

– Automedicación y desconfianza: El uso descontrolado de fármacos agrava su condición.

– Desesperanza profunda: La ideación suicida es común, alimentada por la percepción de no tener salida.

– Falla institucional: Sin protocolos claros, los casos críticos son ignorados o mal canalizados.

¿Qué Está Haciendo el Estado?

En marzo de 2025, el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero anunció la construcción del primer Hospital de Salud Mental en Nayarit. La iniciativa responde al aumento de casos de depresión y suicidio, especialmente entre jóvenes, y busca ofrecer atención integral con corresponsabilidad institucional y familiar.

Además, se lanzó la estrategia estatal “Elige Vivir”, enfocada en la prevención del suicidio, la detección temprana y el acceso equitativo a servicios de salud mental. Esta estrategia incluye una plataforma digital, brigadas comunitarias, capacitación de primeros respondientes y protocolos interinstitucionales.

¿Es Suficiente?

Expertos advierten que la construcción del hospital es solo el primer paso. Se requiere una transformación profunda del modelo de atención:

– Modelos como “Housing First”, que ofrecen vivienda estable sin condiciones previas, han demostrado ser efectivos internacionalmente.

– Redes de rehabilitación comunitaria, con profesionales, trabajadores sociales y personas con experiencia vivida, son clave para la reintegración.

– Coordinación extrema entre instituciones, como DIF, Salud, Justicia y sociedad civil, es indispensable para evitar que los más vulnerables sigan cayendo en el abandono.

Voces desde el Silencio

“La ausencia de un hospital psiquiátrico no es solo un déficit médico; es una violación sistemática a los derechos humanos de una población invisible y doblemente vulnerable”, señala un psiquiatra local que pidió anonimato por temor a represalias.

El Reto

Nayarit enfrenta una deuda histórica. Transformar esta realidad exige más que diagnósticos: demanda acción coordinada, inversión sostenida y un cambio cultural que deje de ver la enfermedad mental como estigma y la reconozca como prioridad de salud pública.

Mientras tanto, miles siguen caminando entre fantasmas, en las calles de un estado que los olvidó.

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